caPITULO DOS

siento que sea poco no tuve tiempo 

Cuando cayó la noche me puse en marcha deje a la brujita durmiendo y me dispuse a ir a la habitación donde estaba mi humana. Debía darme prisa antes de que se durmiese. Cuando subí ya estaba dormida en la cama. Me hacer que a ella  y la di un beso en la frente se despertó. Dio la luz para saber quién era y yo me senté en el sofá rojo que había al lado de una ventana y la indique con un gesto que se sentara a mi lado ella se levanto y se sentó a mi lado.

-          ¿Cómo te llamas?- me pregunto

-          Sergio es el nombre que uso ahora antes me llamaban de muchos nombres más pero eso ahora no importa.  Lo único que quiero es decir te que no puedo dejar que te vayas de mi casa después de lo que te paso anoche  lo entiendes verdad

Ella asintió con la cabeza y yo la cogí entre mis brazos. La mire, ella tembló no se si de miedo o de frio. Me levante del sofá ella no se movió me dirigí a abrir la puerta.

-          Puedes irte a tu casa si quieres.

-          No me quiero quedar

-          Vale como quieras- me miro muy fijamente sin decir nada asique continúe-  pero si te quieres ir no salgas por la noche.

-          Vale , pero no lo entiendo

-          No hace falta explicarlo pequeña.

En ese momento cogí el pomo de la puerta y la cerré. Que había hecho. Le dejaría quedarse en mi casa. Siendo tan peligroso para ella. Podría pasarla algo malo pero no importa me intentare controlar. Pero como la muerda de nuevo no la puedo convertir en vampiresa, esto va a ser difícil.  Pero mientras que no suba allí hasta que me alimente creo que podre aguantar  a estar con ellas. Me di la vuelta y me fui a la habitación de la chica otra vez.  Abrí la puerta y la vi sentada en el tocador peinándose con un cepillo. En cuanto noto mi presencia, dejo el cepillo encima de la mesa del tocador y giro la cabeza para mirarme cuando vio que era yo sé levanto.

-          ¿Qué haces aquí otra vez?-  me digo descaradamente

-          Es mi casa puedo venir cuando quiera- le respondí alterado

-          Tienes razón lo siento

-          Te perdono. Pero venia para preguntarte una cosa

-          Adelante dime- me acerque a ella.

-          ¿cómo te llamas?  Porque  tú sabes mi nombre pero yo no el tuyo.

-          Me llamo Emily.

-          Un nombre precioso sin duda. Bueno Emily quieres comer algo

Ella asintió. Yo baje a la cocina a ir a por un poco de comida para ella.